Entrevista del Consejo Causa Armenia a la ex vicecanciller uruguaya.

Días atrás, en ocasión del Día Internacional de la mujer, la Intendencia de Montevideo declaró Ciudadana Ilustre a Belela Herrera, una de las figuras emblemáticas de la lucha por los Derechos Humanos en Latinoamérica.

Al servicio del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Herrera se desempeñó desde los años setenta en Argentina, México, Perú, Brasil y Chile, así como también en países de América Central y el Caribe, donde desarrolló una intensa labor ayudando a quienes huían de la tortura y la desaparición de las dictaduras latinoamericanas. Su experiencia en organismos internacionales incluyó misiones de la ONU y OEA tanto en El Salvador como en Haití.

A su regreso a Uruguay, tras la recuperación de la democracia tuvo a su cargo la Secretaría de Relaciones Internacionales del Frente Amplio, y desde 1995, la Dirección de Cooperación y Relaciones Internacionales de la Intendencia de Montevideo.

Finalmente, asumió el cargo de viceministra de Relaciones Exteriores, durante el gobierno del Dr. Tabaré Vázquez, entre 2005 y 2008.

Entre los reconocimientos que ha obtenido por su extensa trayectoria en defensa de los Derechos Humanos y la integración latinoamericana se destaca la Orden de Mayo al Mérito,  otorgada en marzo de 2011 por el gobierno de la República Argentina.

En la víspera de la ceremonia en la Intendencia de Montevideo, aceptó la invitación del Consejo Causa Armenia y nos recibió en su casa, donde tuvimos oportunidad de conversar sobre su trayectoria, el rol de la mujer en la política y su permanente solidaridad con el pueblo armenio.

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Mañana será declarada Ciudadana Ilustre de Montevideo, en un día de doble significación por la especial connotación del Día Internacional de la Mujer. ¿Qué reflexión le merece esta condecoración?

Hay mujeres distinguidísimas en este país y me cabe el honor de haber sido elegida. Le sugerí a la Intendenta, a la que además quiero muchísimo por ser una mujer muy trabajadora, que tratara de ver a alguna otra persona, tal vez alguna mujer joven, porque he sido muy promotora de los jóvenes; me parece que nosotros debemos dejar un legado, y aunque no tengan la experiencia de los mayores, es en los jóvenes en quien confiamos. Este país va a seguir, y va a seguir espero cada vez mejorando más, y va a ser gracias a los jóvenes que emprendan las tareas con entusiasmo, con amor, con gran solidaridad. Pero no hubo caso, la Intendenta quiso que fuera en este caso a mí, y entonces aquí estoy, mañana estaré diciendo unas poquitas palabras. A mí me avergüenza un poco pensando que hay muchas otras mujeres que lo merecen más. Pero es un día muy especial, que naturalmente todas las mujeres vamos a disfrutar, porque vamos a desearles a todas que tengan un día feliz. Y eso significa con todas las que están en dificultades, con las enfermas, con las discriminadas, con las afro descendientes sobre todo, que son en este momento, en el ranking de medición del país las que están en peores condiciones. Tenemos un 10% de afro descendientes, y son muchas mujeres que no han accedido a los puestos, a los cargos, a las universidades, a las escuelas y a los liceos a los que acceden normalmente otros niños y niñas. Y entonces esa discriminación nos hiere en el alma y queremos que esa población de los afro descendientes, que fueron los primeros que han poblado nuestro país, traídos en las mazmorras de los barcos, sea reconocida como valores de nuestra sociedad y nuestra población. Yo no he sido feminista como tal, sino que en mi tarea cotidiana siempre he visto con mucho amor y con mucha consideración los temas de mujer, pero no específicamente, solamente las mujeres, sino dentro del contexto de la sociedad; en éste caso las mujeres más discriminadas que son las afro descendientes y también otras en otras esferas, las niñas por ejemplo, y otros temas que hacen a éste trabajo de Derechos Humanos que hemos realizado durante muchísimos años.

¿Cómo surge su involucramiento en la lucha por los Derechos Humanos,  en una época en que las mujeres excepcionalmente tenían cargos protagónicos en ámbitos de poder y decisión?

Es hasta gracioso, porque la verdad es que en el año ´70, sabíamos muy poco de los pactos internacionales y las obligaciones que tenía el país. Pero cuando tú tienes una misión dentro de ti, ves que hay una injusticia social que te hiere las entrañas, como decía el gran y querido “Perico” Pérez Aguirre, fundador de SERPAJ. Entonces esa mujer que tiene un mínimo de susceptibilidad trata de subsanar y de mejorar esa situación que ha sido una flagrante injusticia. Uno milita por la vida, ¿y qué es militar por la vida? Es ayudar a los que están a tu alrededor. No podemos ayudar a todo el mundo. Yo quisiera ayudar a mujeres de África o a las mujeres que están muriendo en este momento en Siria, pero no está en mis posibilidades. Entonces uno trata de entregarse a esa causa de lo que uno puede hacer a su alrededor.

Ud. ha sido siempre una referente en la lucha por los Derechos Humanos y como tal ha estado siempre cerca de la Causa Armenia, y así lo ha demostrado en múltiples ocasiones. Durante el gobierno del Dr. Tabaré Vázquez, en su carácter de vicecanciller estuvo apoyando esta causa, e incluso recientemente nos ha expresado su solidaridad con motivo de la sanción del proyecto de ley que el senado francés aprobó en  enero de éste año, condenando la negación del Genocidio Armenio.

¿Qué herramientas considera Ud. que son las más apropiadas para condenar la negación de la verdad, para promover la memoria y la justicia?

Yo creo que esa herramienta es la militancia, es exponerlo en todos los foros como lo están haciendo los armenios. En todos los países en los que yo he estado viviendo, he visto que el grupo de armenios ha sido siempre muy movilizante, que ha aparecido en las sociedades mostrando lo que ha sido esa injusticia de lo que ocurrió con su pueblo y han tratado de reivindicar la Causa Armenia en la mejor forma: pacíficamente, negociando, explicando y realizando seminarios, como cuando trajimos a Leandro Despouy, quien  escribió ese libro maravilloso [El derrumbe del negacionismo] y a quien admiramos por el cargo que ocupa en Argentina. Debe ser basándose en esas personas estudiosas de lo que ha sido la historia, que conocen realmente lo que ha sido el Genocidio Armenio, para que sigan empujando esa antorcha de lucha de todos los armenios, para que finalmente el Genocidio sea reconocido mundialmente.

Considerando su vasta experiencia al servicio del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los refugiados, ¿cuál es su opinión acerca del rol que deben desempeñar los organismos internacionales en la solución pacífica de los conflictos entre las naciones?

Como pacifistas que somos, pensamos que nosotros por suerte en el Uruguay nos basamos en la importancia de la ONU para la solución de los conflictos. Este no es un mundo bipolar, este es un mundo de muchos países que constituyen la comunidad internacional, y ésta comunidad internacional es la que tiene que tomar para sí las buenas causas y los buenos objetivos para luchar por ellos y finalmente que los países vayan adhiriendo a esos objetivos, que se expresan en las convenciones, los acuerdos y los protocolos que tienen los estados, y que los países van aprobando a medida que sus parlamentos apoyan la iniciativa.

Uruguay siempre ha sido un pionero en la defensa de la Causa Armenia desde que en 1965 se convirtió en el primer país del mundo en reconocer el Genocidio Armenio. Esta postura ha seguido durante décadas, como lo testimonia su apoyo como vicecanciller en 2006, y las recientes declaraciones del Ministro Almagro, quien apoyó una solución pacífica del conflicto de Nagorno Karabagh, que involucra a Armenia y Azerbaiyán. En su opinión, ¿cuáles serían las razones de que la política de Uruguay siempre haya dedicado especial atención a la Causa Armenia?

Yo siento que es gracias al trabajo que ha hecho la comunidad armenia, porque siempre han estado cerca de autoridades que pudieran defender esas causas. Han empujado y han explicado con razones válidas para que los gobernantes, las autoridades, adhirieran a esta causa que es una causa justa. Pienso que esa es la razón: han sido muy militantes y para que una idea finalmente se plasme, esa militancia es la que ayuda a que estas actitudes sirvan para esos propósitos. Yo felicito a los armenios en general, a todos, porque son muy activos, porque llevan adelante con mucho entusiasmo y que contagian a la comunidad no armenia para apoyarlos en esta causa justa.

Para despedirnos queremos pedirle una reflexión final sobre el rol de las mujeres en la política.

Pienso que éste país ha llegado a un momento y en este Día de la Mujer debemos pensar que podemos tener una mujer candidata a Presidenta de la República. Me parece que teniendo a Dilma [Rousseff] en Brasil, a Cristina [Fernández] en la Argentina, los paraguayos están presentando una candidata paraguaya muy buena y eventualmente con posibilidades de llegar a la Presidencia, ¿por qué no Uruguay que es un país que ha descuidado bastante a las mujeres políticas? Cuando se quejan las mujeres políticas tienen toda la razón, porque en el caso personal fui la primera mujer que ocupó un cargo alto en el Ministerio de Relaciones Exteriores; embajadoras como tal, con cargo de embajadoras, habían poquísimas. Ahora por suerte, hay muchas más. En general, ustedes ven que en el Gobierno son hombres, entonces creo que es un momento de seguir proponiendo estas ideas para que vayan cuajando en la población. Que va a haber resistencia, seguramente que la va a haber, pero está siendo un muy buen gobierno el de Dilma, Cristina también, y bueno, ¿por qué nosotros no vamos a poder tener una mujer Presidenta? Y ojalá esa mujer Presidenta apoye la Causa Armenia como la hemos apoyado siempre.