
En 1955, en el marco de los reclamos griegos en la ONU por la autodeterminación de Chipre, el gobierno turco decidió agitar el odio inter étnico contra los ciudadanos turcos de origen griego y armenio que habitaban Estambul.
El 6 de setiembre, el gobierno difundió la noticia falsa de que el día anterior había sido bombardeada la casa natal de Mustafá Kemal en Salónica, con el objetivo de agitar a la población turca contra las comunidades griega y armenia de la ciudad.
Durante varias horas una turba trasladada con anterioridad a la ciudad asaltó los templos, cementerios, comercios y las casas de griegos, armenios y judíos, destruyendo todo a su paso, e incendiando los locales luego del saqueo, frente a la total pasividad de las autoridades turcas. Más de 4000 hogares, 1000 comercios, 73 iglesias, dos monasterios, una sinagoga y 26 escuelas fueron dañadas por los atacantes.
La saña de la multitud, y la complicidad del gobierno condujeron al asesinato de una decena de ciudadanos, y desataron una oleada de inmigración de ciudadanos turcos de origen armenio y griego, quienes emprendieron el camino del exilio, reduciendo al mínimo ambas comunidades que llevaban varios siglos en la ciudad.
De los 200.000 griegos que habitaban la ciudad en 1924, quedaban en 2008 apenas 2.500, en tanto que la comunidad armenia de Estambul se redujo de 156.861 personas en 1895 (según el censo oficial) a alrededor de 40.000 en 2008, lo que revela el éxito del proceso de turquificación de la ciudad a lo largo del último siglo.