
En ocasión de la visita a Uruguay de una delegación parlamentaria de la República de Azerbaiyán, deseamos ofrecer a las autoridades, representantes nacionales y a la opinión pública una serie de consideraciones sobre el contexto y las posibles consecuencias de esta visita, que recibimos con inquietud y preocupación.
La comunidad armenia del Uruguay ha expresado en reiteradas ocasiones su compromiso y apoyo a las gestiones que realiza el gobierno uruguayo en materia de expansión de mercados y aumento del intercambio comercial, incluso en aquellos casos en que las mismas se establecen con países que realizan un ataque propagandístico sistemático contra nuestra comunidad. Sin embargo, entendemos necesario, como leales ciudadanos de Uruguay, alertar a nuestros conciudadanos y especialmente a aquellos que nos representan en el Parlamento y el Poder Ejecutivo, sobre los antecedentes y las intenciones que evidencia la estrategia de Azerbaiyán frente a nuestro país.
En los primeros dieciséis años de relaciones diplomáticas entre Uruguay y Azerbaiyán (1995-2011), ninguna de las partes manifestó su interés por la promoción del prácticamente nulo intercambio comercial existente, ni la profundización de las relaciones diplomáticas entre ambos países. Repentinamente, tras los anuncios realizados por autoridades uruguayas sobre la cuestión de Nagorno Karabagh (9/9/11), Azerbaiyán modificó radicalmente su política hacia Uruguay: apenas once días después de estos anuncios (21/9/11), el canciller de Azerbaiyán se entrevistó por primera vez con su par uruguayo en la ONU; y una delegación compuesta por dos miembros del Parlamento de Uruguay, visitó la capital de Azerbaiyán, Bakú, entre el 21 y el 25 de setiembre de ese año. Hasta ese momento, ni siquiera el Embajador de Azerbaiyán había presentado sus cartas credenciales frente al gobierno uruguayo, a pesar de contar con su sede diplomática en Buenos Aires desde 2010.
Desde entonces, bajo la supuesta intención de profundizar los lazos comerciales entre ambos países, se han multiplicado las visitas de altos funcionarios de Azerbaiyán a nuestro país, incluyendo la visita a Montevideo de su canciller Elmar Mammedyarov, y recíprocamente los viajes de funcionarios y legisladores uruguayos a Bakú. En cada uno de estos encuentros, según fuentes oficiales azerbaiyanas, ha sido abordada la cuestión de Nagorno Karabagh, lo que evidencia el propósito último de quebrar la posición histórica de Uruguay al respecto, favorable a una solución pacífica del conflicto con atención al derecho a la autodeterminación de la población local, a la que Azerbaiyán se opone.
En ese marco de presiones, Azerbaiyán ha amenazado a Uruguay en reiteradas ocasiones frente a cada uno de los pasos que ha dado nuestro país, tendientes a promover la paz y la estabilidad en la región del Cáucaso Sur.
En diciembre de 2012, un fallido Proyecto de Declaración de la Asamblea General, surgido en el seno del Grupo Parlamentario de Amistad Uruguay-Azerbaiyán, intentó obtener un pronunciamiento indirecto del Parlamento uruguayo sobre la cuestión de Nagorno Karabagh. En el mismo se expresaba en primer término el respaldo a la labor mediadora del conflicto que desarrolla el Grupo de Minsk (compuesto por Francia, EEUU y Rusia); y en segundo término, el respaldo del Legislativo uruguayo a una serie de resoluciones impulsadas por Azerbaiyán en la Organización de Naciones Unidas. Sin embargo, se omitía intencionalmente que dichas resoluciones habían sido previamente rechazadas tanto por la delegación de Uruguay en la ONU, como por los países co presidentes del Grupo de Minsk (cuya labor se pretendía apoyar con la declaración).
Estas maniobras poco transparentes de la diplomacia azerbaiyana, que recientemente generaron escándalos políticos en México y Hungría, han despertado la sospecha internacional respecto al manejo del poderío económico derivado de la explotación petrolera por parte del gobierno de Bakú, y constituyen una amenaza para la imagen y el prestigio internacional de Uruguay.
El presidente de Azerbaiyán Ilham Aliyev, fue nombrado la personalidad más corrupta del mundo en 2012, por la Organización Reporte del Crimen Organizado y la Corrupción en combinación con Transparencia Internacional. En el mismo sentido, un cable diplomático de la Embajada de los Estados Unidos en Bakú (uno de los principales aliados de Azerbaiyán), compara al presidente de Azerbaiyán y su familia con los Corleone, personajes de la novela El Padrino de Mario Puzzo, íconos máximos de la mafia.
Frente a estos hechos, el Consejo Causa Armenia se ha pronunciado reiteradamente, haciendo un llamado de atención tanto en los medios de prensa como en audiencias parlamentarias, sobre los nefastos antecedentes de quienes se presentan actualmente como socios potenciales, que combinan la corrupción con las violaciones a los Derechos Humanos más elementales de su población, y las declaraciones xenófobas contra los armenios del mundo con amenazas concretas de reiniciar los ataques contra la población civil de Nagorno Karabagh.
Una vez más, reiteramos nuestro deseo que el desarrollo del intercambio comercial y diplomático de Uruguay con sus socios comerciales -que constituye un objetivo compartido por los miles de ciudadanos uruguayos de origen armenio – no admita que los principios en los que Uruguay ha basado históricamente su actuación internacional sean avasallados por la prepotencia del dinero.
Consejo Causa Armenia del Uruguay
Información complementaria:
Azerbaiyán mantiene desde el colapso de la Unión Soviética un diferendo por la región de Nagorno-Karabagh, que pese a su población y pertenencia histórica armenia, fue incorporada por Stalin a la R.S.S. de Azerbaiyán en 1921. En 1988 la población de Karabagh demandó su anexión a la R.S.S. de Armenia, de acuerdo al marco constitucional de la U.R.S.S. La violenta represión desatada contra los ciudadanos de origen armenio en las principales ciudades de Azerbaiyán derivó rápidamente en una agresión militar de proporciones contra la población civil de Nagorno Karabagh, que con la desintegración de la U.R.S.S. resolvió -por referéndum- proclamarse república independiente en 1991. Tras un conflicto sangriento, que dejó un saldo de 30.000 muertos y miles de desplazados, las autoridades de Armenia, Nagorno-Karbagh y Azerbaiyán acordaron un precario cese al fuego en Bishkek en 1994, que se mantiene hasta el día de hoy.
Desde entonces el Grupo de Minsk de la OSCE (Organización para la Seguridad y Cooperación de Europa) desarrolla negociaciones entre Armenia, Nagorno Karabagh y Azerbaiyán tendientes a una resolución pacífica del conflicto.
Uruguay ha sostenido históricamente el respaldo a una solución pacífica del conflicto, y ha contribuido al proceso de paz a través de declaraciones de su parlamento (1991,1996) y declaraciones del Ministerio de Relaciones Exteriores (2011,2012). En julio de 2012, la legisladora Susana Pereyra participó de la misión de observación internacional que fiscalizó las elecciones presidenciales en la República de Nagorno Karabagh, y en noviembre una delegación encabezada por el Presidente de la Cámara de Representantes Dr. Jorge Orrico, junto a legisladores de todos los partidos políticos viajó a Nagorno Karabagh. Por su parte, el Plan Ceibal asesora en la implementación del programa OLPCH para escolares de Nagorno Karabagh.
En enero 2012, la Ciudad de México debió retirar debido a la presión ciudadana, una estatua dedicada a Heydar Aliyev (padre del actual presidente de Azerbaiyán, quien gobernó su país con mano de hierro durante tres décadas), por la que la Embajada de ese país había abonado cinco millones de dólares a la municipalidad. Las declaraciones de Martha Delgado, secretaria de Medio Ambiente del Distrito Federal son elocuentes respecto al manejo del tema por parte de Azerbaiyán: “El gol nos lo han anotado a todos. Yo no tenía conocimiento de este personaje”.
Hungría también se vio salpicada por el escándalo, tras aceptar a cambio de la apertura de una oficina comercial en Bakú, la extradición a Azerbaiyán del criminal azerbaiyano Ramil Safarov, condenado a cadena perpetua en Budapest (2004) por decapitar a hachazos al teniente armenio Gurgen Markarian, con quien compartía un curso de inglés de la OTAN. La liberación inmediata de Safarov al arribar a Bakú, y el tratamiento de héroe brindado por las autoridades, le valieron la crítica a ambos países por parte de la Unión Europea, el Grupo de Minsk de la OSCE, la OTAN, la OTSC, la Presidencia y el Departamento de Estado de los EEUU, la Federación Rusa, Francia, Suecia y Chipre, además de numerosas organizaciones internacionales.